11 de abril de 2008, Bs. As., Argentina.
Querido Dieguito:
Ya ni me acuerdo la última vez que nos juntamos. Parece que fue cuando eras pibe y eras sólo dieguito, cuando podias caminar tranquilo por la calle sin que te abracen o te pidan un autógrafo.
Es verdad que nos vimos un par de veces en los últimos años pero no es como antes, ahora sos Maradona, no tenes tanto tiempo y lo entiendo. Hace rato que no juntamos tranquilos a tomar unos mates.
Te cuento que acá por el barrio preguntan mucho cuándo vas a pasar a visitarnos. Me tienen de punto a mi como si yo supiera, já. Tenemos que juntarnos dieguito, te tengo que actualizar los chismes. ¿Sabés lo que le pasó a la Susi? y ¿con quién esta ahora el Pocho?. Cuantas cosas cambiaron desde que te fuiste dieguito... Te sigo contando. ¿Viste Dani? ¿el que creíamos que nunca se iva a animar a hablarle a Lore? Ahora está casado con ella y tiene tres criaturas, el más grande tiene doce años y es una máquina de correr, me hace acordar mucho a vos cuando llegabas a tu casa y doña Tota te regañaba porque volvias embarrado y con los zapatos rotos.
Tampoco son todas buenas noticas, don Domingo cerró el almacen y se fue para San juan, de donde era él. Parece que su hermana enfermo grave y que dios quiera, no le pase nada. Otras malas, Raquel y Ramón (que en paz descansen) nos dejaron dieguito, ahora estan buscando su paisaje y por eso también te escribo.
Dale, pasate, así te refamiliarizas, te encontras con tus amigos y tus seres queridos. Daale, dale que ya estamos viejos aca y no nos queda mucho.
Dieguito, sabés que te admiro y que te quiero un montón, por favor cuidate, querete, hacele caso a la Dalma y a la Giannina. Mandale cariños a la Claudia y hacete un llamadito, que no cuesta nada y es bueno escucharte.
Un saludo, Lito.
